Si bien sabemos que en Chile se pueden observar casi la mitad de los cetáceos que existen en el mundo, cabe preguntarnos ¿quiénes son los cetáceos?
Loa cetáceos son todos los mamíferos marinos que pertenecen al Orden cetácea, que éste a su vez se subdivide en 2 Subordenes actuales: los Mysticetos y Odontocetos. (nota: Orden y Suborden corresponden a jerarquías de clasificación de las especies en base a su parentesco genético, siendo Orden más general que Suborden)
Los cetáceos Mysticetos corresponden a todas las especies de ballenas. Las podemos reconocer porque son las únicas que tienen barbas en vez de dientes para poder alimentarse. Las barbas son como unos “peines” de queratina que tienen en su mandíbula superior y los utilizan como un colador. Abren la boca para que ingrese el agua con alimento, luego la cierran, y con la lengua empujan el agua para que salga a través de las barbas, quedando sólo el alimento en el interior de la boca.
Por otra parte, la clasificación de Odontocetos corresponde a todos los cetáceos que tienen dientes en vez de barbas y existen nueve familias distintas: delfines marinos, delfines de agua dulce, delfín de la amazona, delfín de china, belugas y narvales, cachalotes, zifios, marsopas, y franciscana. (nota: Familia también corresponde a una clasificación taxonómica, y es más específico que orden y suborden).
¿Las Orcas son delfines o ballenas? Como las orcas tienen dientes, son odontocetos. Pertenecen a la familia de delfines marinos, siendo el delfín más grande.
Ojo: Si bien el tamaño de los cetáceos puede ser una referencia para diferenciar entre ballenas (grandes) y delfines (chicos), esto podría llevar a equivocaciones. Las orcas y cachalotes son grandes como los mysticetos, pero son Odontocetos. El indicador que no falla es: ¿tiene dientes o barbas? Si son dientes será sin duda un odontoceto, y si tiene barbas un mysticeto. Otro indicador clave son el número de orificios nasales -o llamados técnicamente como espiráculos- donde los odontocetos tienen uno, mientras que los mysticetos dos. Los espiráculos se ubican “arriba de la cabeza” facilitando la respiración mientras nadan (por eso no observamos a los cetáceos sacar la cabeza para respirar como lo hacen los lobos de mar), simplemente asoman los espiráculos a la superficie sin interrumpir el nado.
Una característica de los odontocetos que me llama mucho la atención es la forma que visualizan su entorno. Sus ojos son funcionales pero la distancia a la cual pueden ver es limitada. A lo largo de su evolución desarrollaron un sistema complementario y de mayor alcance: la ecolocalización, es decir, observan por medio del sonido.
Los odontocetos como no tienen cuerdas vocales para emitir sonido, lo generan en una estructura llamada “labios fónicos” que hacen un simil a la salida del aire por la boquilla estirada de un globo. Este sonido es transmitido y direccionado hacia el exterior por medio de la protuberancia que tienen en la frente, el melón. La onda sonora sale del animal y viaja por el agua hasta chocar con algún objeto (roca, suelo, presa, etc) generándose un reflejo de la onda sonora: La onda sonora reflejada. Esta viaja por el agua devuelta hacia el animal e ingresa por la mandíbula inferior del odontoceto (que es hueca). Luego de pasar por la mandíbula viaja hacia el oído interno, donde se envía la señal al cerebro para que genere una imagen del objeto que reflejo el sonido que inicialmente se emitió. En resumidas palabras, los odontocetos tienen un sistema para poder visualizar su entorno en base al sonido. Gran cualidad, digna de admirar.
Por otra parte los mysticetos (ballenas) como realizan grandes migraciones a lo largo del año, necesitan tener un mecanismo de comunicación que les permita comunicarse a larga distancia. Las ballenas no tienen labios fónicos como los odontocetos y tampoco cuerdas vocales como nosotros, por lo que aun sigue siendo un enigma el cómo producen el sonido, pero sí se sabe que la laringe cumple un rol fundamental. Cabe mencionar que las vocalizaciones poseen distintas funciones: (a) Cortejo para la reproducción; (b) Reconocimiento de grupos; y (c) Reconocimiento individual. Los sonidos registrados pueden ser desde simples gruñidos hasta complejas vocalizaciones, como canciones. Sus vocalizaciones pueden formar frases, estrofas y canciones. Por ejemplo, las ballenas jorobadas son un espectáculo sonoro ya que generan “canciones” largas y complejas para comunicarse entre ellas. Se ha identificado que los dialectos varían entre especies, e incluso entre poblaciones de la misma especie. Las poblaciones de ballenas azules que migran por Chile tienen patrones sonoros distintos que las que migran por el Atlántico, provocando distintos dialectos grupales y regionales.
El gran aumento de tráfico naviero a nivel mundial está afectando a los cetáceos. Las embarcaciones generan exceso de sonido en el agua por lo que alteran las condiciones normales del ambiente. Si bien el ruido no se mantiene a lo largo del tiempo, logra alcanzar grandes longitudes de desplazamiento, provocando problemas de orientación, comunicación, y alimentación en los cetáceos.
Para estos mamíferos marinos el sonido es un pilar fundamental para sus vidas. Imagina que eres una ballena y te quieres comunicar con otra ballena que se encuentra a kilómetros de distancia. Sin embarcaciones podrías generar un ruido y ella te escucharía, pero ¿qué pasa si hay bulla sonora en el ambiente? ¿Podrás comunicarte? Difícil. Este fenómeno es llamado técnicamente como enmascaramiento del sonido.
Los cetáceos -tanto los odontocetos como los mysticetos- necesitan de un ambiente libre o bajo en contaminación acústica para que puedan desempeñarse de buena manera. Es por ello que a la hora de realizar avistamiento de estos animales desde embarcaciones, es importante que se haga con conciencia de la problemática planteada. Uno, dos o tres botes pequeños no son problemas, pero seis, siete o más embarcaciones avistando a la misma población de cetáceos al mismo tiempo, si puede ser perjudicial.
Los invito a ser parte de la solución al problema: no permitas que hayan muchas embarcaciones “acosando” a una misma manada de cetáceos. Las embarcaciones deben tener una velocidad baja y constante de desplazamiento a la hora del avistamiento (sin cambios bruscos ya que eso genera más ruido). Si es posible la detención de la embarcación, que siempre se mantenga el motor en neutro y nunca apagado.
Comprender las problemáticas es el primer paso para generar empatía con los cetáceos. Una vez creada la empatía, la conservación y cuidado por los cetáceos viene como consecuencia moral.